jueves, 17 de febrero de 2011

Las decisiones son inconscientes - Redes

  • ¿Somos libres cuando decidimos? ¿Qué margen tiene el libre albedrío ahora que la neurociencia desvela cada vez más el gran poder del inconsciente?
  • Ya hay máquinas para ver cómo decide el cerebro y los primeros resultados muestran que, antes de entrar en la conciencia, muchas decisiones ya están tomadas por complejas redes cerebrales.
  • Desde Berlín, John-Dylan Haynes nos habla en Redes de sus experimentos para descifrar la actividad cerebral que se esconde detrás de nuestros estados mentales.

Entrevista a John Dylan Haynes, neurocientientífico del Bernstein Center of Computational Neuroscience, realizada por Eduardo Punset para el programa Redes

redes punset neurociencia
-John Dylan Haynes: ¡Oh! Quieres que cuente un experimento.

-Eduard Punset: Sí.

-De acuerdo. Realizamos un experimento con un escáner cerebral en el que las personas debían tomar decisiones muy sencillas. Podían decidir si pulsaban un botón a la izquierda u otro a la derecha. En este caso, sientes que eres totalmente libre de elegir de hacer una cosa u otra, no hay nada que te obligue a elegir una opción o la otra. Registramos la actividad cerebral de las personas y descubrimos que podíamos predecir su decisión, si iban a pulsar el botón de la izquierda o de la derecha, siete segundos antes de que la hubieran tomado. Es decir, no siete segundos antes de que pulsaran el botón, sino siete segundos antes, incluso de que pensaran que habían decidido cuál iban a escoger.

-Así, ¿de qué está hecha una decisión? Es decir, ¿es una composición o un cuadro teatral que cubre lo que en realidad te pasa por dentro?

-La decisión se puede dividir en dos. Hay dos aspectos que forman una decisión. Por un lado, el proceso cerebral: algo que ocurre en el cerebro y que te lleva a elegir una cosa u otra y, por el otro, que conscientemente sabes qué quieres hacer: "Ahora tomo una decisión". Pero parece que, antes de eso, se produce un procesamiento inconsciente en el cerebro. En el cerebro sucede algo que prepara tu decisión, que te conduce hasta ella e influye en la manera en la que tu mente consciente elige.

-Entonces me dices, corrígeme, que el cerebro inicia este proceso diez segundos antes de que tomes la decisión. Y lo segundo que me cuentas acerca del experimento es que un poco antes, quizás siete o cinco segundos antes, el cerebro ha elegido qué botón vas a pulsar. Así que, John, ¿podemos descartar el libre albedrío, que interesa tanto a la gente, o, como dices en algún sitio, éste se hace inverosímil?

-Bueno, creo que la ciencia, a estas alturas, no puede descartar el libre albedrío por completo. Aún existe la posibilidad de que el libre albedrío exista, pero lo hacemos muy inverosímil. ¿Y por qué es inverosímil? Tenemos la impresión, en estas situaciones de toma de decisiones sencillas, de que podemos cambiar el futuro del mundo, de que podemos empezar algo ahora que marcará una diferencia en la manera en la que el mundo continúa. Y esto queda descartado si podemos demostrar que el cerebro predice qué ocurrirá en el futuro incluso antes de que la persona haya tomado una decisión.

Pero la gente entiende el libre albedrío de maneras distintas. Cuando dicen libre albedrío se refieren a otra cosa. No quieren decir que puedo intervenir y cambiar el futuro del mundo. Quieren decir, por ejemplo, que es libre porque no recibe ninguna influencia de lo que sucede fuera de mi cuerpo. Es otro significado del libre albedrío. Es algo que no descartamos. Lo que sí descartamos es una idea muy simple acerca del libre albedrío como una intuición que todos tenemos de que podemos empezar a cambiar el mundo independientemente de la historia del cerebro, de la historia del universo, y cambiar la manera en la que el mundo va a continuar. Y eso es erróneo.

-Es fascinante, ¿no? Porque, en realidad, lo que sugieres es que todos los conceptos y los descubrimientos acerca de la plasticidad cerebral, por ejemplo, tu capacidad de influir, de cambiar tu cerebro y, por lo tanto, de cambiar el mundo son algo dudosos.

-Bueno, yo diría que, por supuesto, el cerebro puede cambiarse a sí mismo. Y cuando creemos que estamos cambiando algo de nosotros mismos, por ejemplo, cuando intentamos dejar de fumar o intentamos hacer más deporte, o algo así, hablamos entonces de un cerebro que se está reprogramando. Pero no es solo nuestra consciencia la que toma decisiones para cambiar las cosas, sino el cerebro como un todo. Y eso no implica solo la consciencia.

-Probablemente eso explicaría por qué muchas personas dicen: "Bueno, haré ejercicio media hora cada mañana" y han decidido más o menos conscientemente hacerlo, pero cuando…

-Pero no funciona.

-No. Porque el cerebro no lo ha aceptado.

-Puedes ver cómo la fuerza limitada de la consciencia se hará evidente en estas situaciones en las que debemos vencer fuertes tendencias a hacer algo distinto. Por ejemplo, cuando estamos tumbados en la cama. Estamos en la cama y vemos que necesitamos una fuerte voluntad consciente para levantarnos por la mañana. O, por ejemplo, queremos resistir la tentación de comer algo porque tenemos sobrepeso. O creemos que deberíamos hacer más deporte. En cualquiera de estos casos, es como si la consciencia no tenga apenas fuerza contra estos impulsos inconscientes que tenemos de comer, de ser perezosos, de quedarnos en la cama, etcétera. Y esa es una manera sencilla de ver cuántas decisiones son tomadas por la actividad cerebral inconsciente.

-Escucha, John. Estoy seguro que una gran parte de nuestro público está pensando: "¿Cuáles son las implicaciones de esta consciencia?" Es decir, ¿somos conscientes de una decisión o no?

-Bueno, tradicionalmente, el papel de la consciencia en el procesamiento cerebral y en el procesamiento de la manera en la que pensamos se ha sobrevalorado.

-Sobrevalorado.

-Creemos, es una especie de tradición filosófica, que siempre pensamos claramente acerca de las cosas, que las analizamos racionalmente, que somos conscientes de todas las decisiones que tomamos, mientras que las ciencias del cerebro y la psicología modernas dirían: "No, hay muchas cosas que ocurren en el cerebro y en nuestro inconsciente que no experimentamos conscientemente." Se produce un gran procesamiento en segundo plano. Siempre lo comparo con mi secretaria. Cuando tomo la decisión de gastar dinero, por ejemplo, mi secretaria prepara esta decisión en mi lugar. Desconozco todos los procesos que realiza para prepararla, pero al final obtengo un producto y la mayoría de las veces sigo lo que me dice.

Y sucede algo similar con el cerebro. El cerebro procesa previamente todas las opciones inconscientemente y al final, cuando te decides, es cuando interviene la mente consciente.
Nadie niega la existencia de las decisiones conscientes, de las decisiones relacionadas con la consciencia, pero la investigación muestra que el tiempo en el que la decisión llega a la consciencia puede no ser el tiempo en el que se realiza la mayor parte del trabajo para determinar qué opción vamos a tomar.

-John, hay algo en lo que siempre pienso. Pasas la mayor parte del tiempo observando patrones, mirando qué cambios se producen en el cerebro en patrones mentales concretos, ¿no?

-Cada pensamiento que tienes (como pensar que resuelves un cálculo complejo, sobre algo que ocurrirá, un recuerdo, sobre una pieza musical o una obra de arte que has visto o escuchado). Cada uno de estos pensamientos está codificado con un patrón específico de actividad cerebral. Y eso significa que cada vez que tienes ese pensamiento produces un patrón específico de actividad en el cerebro.

-Y lo puedes ver con...

-Con un escáner cerebral. Colocas a alguien en un escáner cerebral, ese alguien tiene este pensamiento y tú puedes medir el patrón de actividad cerebral que acompaña este pensamiento. Luego tiene otro pensamiento distinto y el patrón de actividad cerebral cambia. Ves un patrón distinto de actividad cerebral. Pero cuando le haces tener el primer pensamiento de nuevo, ves el mismo patrón de actividad cerebral que habías visto al principio. Es decir, los patrones de actividad cerebral son firmas. Del mismo modo que se puede usar una huella digital para identificar a un individuo.

-Increíble.

-Se puede usar este patrón especial de actividad cerebral para identificar un pensamiento que alguien tenga. Pero para ello necesitas técnicas estadísticas muy desarrolladas, debes poder analizar los patrones de un modo muy sofisticado, lo que se lleva a cabo en un campo científico denominado reconocimiento de patrones o aprendizaje automático. Es un software parecido al que se utiliza para reconocer caras o huellas digitales, y se puede aplicar también a los patrones de actividad cerebral. Permitimos que el ordenador lleve a cabo el reconocimiento de patrones; dado que nuestros cerebros son muy buenos reconociendo patrones, somos realmente buenos, pero los patrones de actividad cerebral son demasiado complejos para que lo hagamos con los ojos, así que hacemos que un ordenador resuelva este problema.

-¿Qué hemos añadido al conocimiento de los detectores de mentiras, por ejemplo? Por tu investigación, deduzco que ahora sabemos más para interpretar la detección de mentiras, de una manera más científica de como solíamos hacerlo.

-Todos conocemos los antiguos detectores de mentiras por las películas, se llaman polígrafos. Miden el ritmo cardíaco, los conductos dérmicos, es decir, básicamente miden cuánto sudas. En definitiva, miden tu nivel de excitación, de nerviosismo.
Así que, cuando alguien te hace preguntas, el polígrafo te puede decir tu nivel de nerviosismo al responderlas. El problema del polígrafo o del antiguo detector de mentiras es que se puede manipular porque, por un lado, puedes estar nervioso, por ejemplo, por la situación experimental. Piensas: "Me están haciendo una prueba y si me equivoco, quizás tenga que ir a la cárcel diez años".

-Ya veo.

-Por supuesto, es algo realmente difícil. Te pones nervioso solo por la pregunta. Y otra cuestión es que las personas pueden manipular su nerviosismo. Por ejemplo, si flexionas los dedos de los pies o piensas en cosas que alteran, puedes aumentar tu nivel de nerviosismo y, por lo tanto, hacer que parezca que estás nervioso. Así, el polígrafo, el detector de mentiras clásico, es muy poco fiable. La solución es: "No trabajemos la mentira con medidas periféricas o indirectas de la mentira; vayamos directamente al órgano que produce la mentira", y ese órgano es el cerebro.

-Es el cerebro.

-Vayamos al cerebro y veamos cómo el cerebro produce esta mentira, y luego busquemos patrones de actividad cerebral que se producen cuando alguien miente.

-Ya veo.

-Y entonces enseñamos a un ordenador a reconocer los patrones de la actividad cerebral para ver si ese patrón de actividad cerebral tiene el mismo aspecto que cuando alguien miente o cuando cuenta la verdad. Actualmente esto se encuentra en un nivel experimental. Hasta ahora no tenemos pruebas de que lo podamos hacer en una situación real, ya que, cuando lo hacemos en un laboratorio, se trata de una situación relajada, son estudiantes.

Les pagamos, dicen la verdad o no sobre cosas que no les importan, que no les preocupan. En una situación real, cuando vas a una comisaría o a un tribunal, si quisieras utilizar un detector de mentiras con resonancia magnética, primero deberías probar que esta máquina funciona en este caso. Tienes una población distinta. No son estudiantes. Frecuentemente se trata de sociópatas, personas con trastornos mentales. Y no se trata de si ganan veinte euros o no, sino de si van a la cárcel veinte años. Como puedes ver, el panorama es muy diferente, y todavía debemos investigar mucho para descubrir si esta dirección prometedora va a funcionar y si algún día vamos a ser capaces de construir un detector de mentiras con resonancia magnética.

-A veces, pienso que el futuro será eso. Leer la mente será muy importante, no solo en las comisarías, sino en la vida de pareja o en el trabajo… ¿Crees que nos dirigimos hacia una sociedad en la que leer la mente será más fácil?

-En primer lugar, creo que hay mucha fascinación. Todos estamos fascinados con leer la mente. Nos encanta la idea; en las películas lo ves a menudo. Si miras la película Matrix, hay una persona que puede, en teoría, leer las mentes porque es una simulación en un ordenador. En Origen puedes establecer un vínculo con la mente de otra persona mediante un dispositivo artificial. O en Días extraños, donde tienen una gorra que puedes ponerte para registrar tus pensamientos y luego reproducirlos de nuevo. Así que la gente tiene esta fascinación inmensa y, al mismo tiempo, tiene miedo, por supuesto.

-Sí, tiene mucho miedo…

-Porque me gustaría saber lo que los demás piensan pero no quiero que nadie sepa lo que yo pienso. Me gusta mi privacidad, ¿no?

-Sí.

-Y esto implica un dilema ético. Por un lado, veremos cómo cada vez se usan más estas tecnologías, especialmente con pacientes, porque estas tecnologías se pueden usar también para ayudar a los pacientes paralizados, cuando no pueden moverse ni comunicarse. O podrían ser de ayuda en los descubrimientos del trabajo de Adrian Owen y Steve Lauryes, para descubrir si los pacientes en coma aún tienen actividad mental... Así que hay usos clínicos. Pero existen también otros usos en los que necesitamos un debate ético, debemos pensar: "¿Queremos esto o no?", "¿Queremos usar un detector de mentiras si también se le puede dar un mal uso?", "¿Queremos mejorar nuestra seguridad, por ejemplo, instalando detectores de mentiras con resonancia magnética en los aeropuertos dentro de cien años?"

-¿Sí?

-¿Es lo que queremos? Necesitamos un debate ético acerca del uso de estas técnicas. Creo que va a ser importante en casos en los que, por ejemplo, la gente pueda jugar. Ahora hay una primera generación de juegos en los que controlas algo con tu fuerza mental sin utilizar las manos. Todavía debe mejorar, pero este va a ser un dominio en el que la gente va a ver cómo esta tecnología gana terreno. Verán también cómo esta tecnología será comercializada por empresas que prometen que pueden detectar mentiras, aunque creo que todavía no está totalmente claro, desde una perspectiva científica, que eso sea posible. Así que habrá una serie de aplicaciones que veremos en los próximos diez años. Y debemos estar preparados, además de tener una buena idea acerca de lo que queremos hacer y lo que no queremos hacer como sociedad.

-Voy a plantearte una pregunta muy seria. En Facebook tenemos un club de fans. Creo que son unas cuatrocientas mil personas del mundo hispanohablante que son fans de Redes, nuestro programa de ciencia. Y acaban de hacer una camiseta que querría mostrarte. ¿Ves? Es una camiseta en la que se lee: "Ninguna de tus neuronas sabe quién eres, ni le importa". (Ríe.) Y mi pregunta es: "¿Es cierto? ¿No lo es?" La persona que inventó esta frase ¿estaba muy alejada de la verdad? ¿O tu investigación ha llegado a una conclusión cercana a este razonamiento?

-Es absolutamente cierta. Y es absolutamente cierta porque tu mente no es algo que tenga que ver únicamente con neuronas individuales, sino con todo el cerebro. Es una propiedad de todo el cerebro. Necesitas el sistema entero. La neurona individual, evidentemente, no sabe nada de lo que hacen las demás o sabe muy poco. Pero tu mente, tus capacidades mentales son algo realizado por todo el cerebro, no solo por neuronas individuales.

-Así que estas no saben quién eres, en realidad.

-No saben quién somos. Según nuestros conocimientos científicos actuales, podrías formular una pregunta a una neurona y esta no sabría a qué cerebro pertenece.

-Y no le importa mucho.

-Y no le importa.

Fuente: rtve.es

Bacterias intestinales son fundamentales para el desarrollo del cerebro

Según una nueva investigación financiada por la UE y publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), parece ser que las bacterias que viven en el intestino influyen en el desarrollo del cerebro y en la conducta de los adultos. Los hallazgos sugieren que la colonización de nuestros intestinos por microbios en nuestra primera infancia puede ser fundamental para el desarrollo saludable del cerebro. La investigación también puede tener implicaciones relativas a nuestra comprensión de los trastornos psiquiátricos.

El apoyo de la UE para este trabajo proviene del proyecto TORNADO («Objetivos moleculares abiertos para la regulación de la flora intestinal: nuevas vías para mejorar la dieta y la salud de los europeos»), que recibió 5,9 millones de euros del área temática «Alimentos, agricultura y pesca, y biotecnología» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE. El objetivo del proyecto se centra en esclarecer la influencia de la dieta en los microbios intestinales y, a su vez, la influencia de estos microbios en el sistema inmunológico y otros sistemas del organismo. TORNADO se inició en 2009 y está previsto que concluya en 2013.

Se sabe que el entorno que nos rodea en las primeras etapas de la vida tiene una gran influencia en nuestro desarrollo. Poco después del nacimiento, el intestino de los bebés de los mamíferos se ve rápidamente colonizado por una comunidad variada de bacterias. Estudios realizados señalan que este proceso es esencial para el buen desarrollo de una serie de sistemas del organismo, como la función inmune, el desarrollo de vasos sanguíneos y la función hepática.

Al igual que muchos otros órganos, el cerebro se ve afectado por los factores ambientales que rodean al organismo desde el nacimiento. La ciencia ha demostrado que existe una correlación entre las infecciones causadas por microbios patógenos al nacer y algunos trastornos del desarrollo neurológico como el autismo y la esquizofrenia

En este estudio, los científicos del Instituto Karolinska y del Instituto del Cerebro de Estocolmo (Suecia), junto con sus colegas del Instituto del Genoma de Singapur, se propusieron investigar la influencia de los microbios «normales» del intestino en el desarrollo y funcionamiento del cerebro.

El equipo comparó el comportamiento de ratones que se habían criado en un entorno con microorganismos normales con ratones que habían sido criados en un ambiente libre de microorganismos (ratones «libres de gérmenes»).

Los experimentos demostraron que los ratones libres de gérmenes eran más activos que sus homólogos con microbios y, además, presentaban comportamientos de mayor riesgo. La exposición de ratones libres de gérmenes a microbios desde etapas tempranas de la vida dio como resultado adultos que se comportaban de manera similar a los ratones que habían estado expuestos a las bacterias desde su nacimiento. Sin embargo, la colonización por bacterias de ratones adultos libres de gérmenes no afectaba a su comportamiento pues seguían actuando como ratones libres de gérmenes.

«Los datos apuntan a que existe un período crítico en las primeras etapas de la vida en el que los microorganismos intestinales afectan al cerebro y cambian el comportamiento en la vida adulta», comentó la autora principal del artículo, la Dra. Rochellys Díaz Heijtz del Instituto Karolinska y el Instituto del Cerebro de Estocolmo.

Un análisis de la actividad de los genes en los cerebros de los dos grupos de ratones puso de manifiesto diferencias en los niveles de actividad de los genes implicados en el aprendizaje, la memoria y el control motor.

«Nuestros resultados sugieren que durante la evolución, la colonización de la microbiota intestinal se ha integrado en la programación del desarrollo del cerebro, afectando al control motor y al comportamiento relacionado con la ansiedad», concluyen los investigadores.

«La microbiota intestinal también podría ser capaz de modificar la expresión de los genes relacionados con el riesgo o ser parte de los mecanismos que alteran las funciones cognitivas en los pacientes con enfermedades gastrointestinales», señalan los investigadores. «Por último, los cambios de comportamiento observados derivados de la presencia de flora intestinal en los roedores, como se relata en este documento, podrían tener implicaciones más amplias a la hora de considerar los trastornos psiquiátricos en las personas.

Fuente: cordis.europa.eu

miércoles, 9 de febrero de 2011

Vivir es un asunto urgente

Mario Alonso PuigTengo 48 años Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas.
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente.


Entrevista a Mario Alonso Puig
Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
¿Psiconeuroinmunobiología?
Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.

¿De qué se trata?
Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
¿Qué tipo de cambios?
Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
¿Dice que no hay que ser razonable?
Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
Exagera.
Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad
Más recursos...
La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".
¿Seguro que no exagera?
No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos
¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
Deme alguna pista.
Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
Ver lo que hay y aceptarlo.
Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
Posts relacionados:

“Mente Millonaria”

Autor: Mariano Cabrera Lanfranconi miércoles, noviembre 05, 2008
Acabo de terminar de leer el excelente libro de T. Harv Ekerlos secretos de la mente millonaria” y más allá de recomendarlo porque es uno de esos libros que te abre la mente y cambia muchos de los paradigmas que tenemos; voy a enlistar lo que el denomina “Archivos de Riquezas” donde compara los pensamientos de la gente rica con la gente pobre.

Al hablar de gente pobre no estamos hablando en sí de gente que tiene poco o nada de dinero; sino más bien de los patrones de pensamiento que tienen estas personas con respecto al dinero. La primer parte del libro se basa en encontrar esos patrones de dinero y tratar de cambiarlos por patrones de la “Mente Millonaria”.

Usualmente nuestros patrones de dinero nos fueron instaurados desde que éramos chicos por familiares; profesores; conocidos y demás. La idea no es criticar a esas personas pero salvo que alguno de ellos haya sido millonario; son patrones y conceptos sobre el dinero que todo el mundo sigue y que son necesarios cambiar para poder cultivar una riqueza.

Antes de comenzar con los “Archivos de Riqueza” y explicar brevemente algunos reitero; COMPREN el libro porque va más allá de estos archivos; sobre todo porque uno aprende que la riqueza es solamente un efecto de cambiar y crecer como personas; no es un fin; no generará felicidad; ni resolverá problemas.

Ahora sí, vamos con los “Archivos de Riqueza”:

Archivo # 1
Los ricos piensan: “Yo creo mi vida” Los pobres piensan “La vida es algo que me sucede”


La idea central de este aspecto el simple hecho de que los ricos saben que su vida la crean y modifican ellos mismos. Su forma de pensar y actuar en varios aspectos es lo que hace que cultiven una riqueza y sean prósperos.

En el caso de la gente con mentalidad pobre; culpan a su situación como algo que les cayó del cielo y por lo cual no pueden hacer absolutamente nada. Incluso hay algunas personas que son profesionales en buscar excusas para explicar su situación o incluso no cambiar.

Archivo # 2
Los ricos juegan el juego del dinero para ganar
Los pobres juegan el juego del dinero para no perder

Mientras los ricos juegan el juego del dinero para ganar; generar riqueza y tener una vida próspera; la gente pobre actúa en base al miedo de no perder. Esto significa y muchas veces lo tratamos en temas de inversión que, quién más arriesga, más posibilidades tiene de ganar. El rico arriesga y trata de ganar; el pobre no arriesga nada porque trata de no perder.

Archivo # 3
Los ricos se comprometen a ser ricos Los pobres desearían ser ricos


La mente humana es nuestro factor más importante. El autor comenta que los pensamientos; generan sentimientos, estos generan acciones y por último las acciones nos proporcionan resultados.

La gente rica prepara su mente desde hace tiempo para enfocarse exclusivamente en ser rica; tratan de crecer como personas y volverse expertos en diferentes ámbitos y tienen siempre en mente sus objetivos. Por otro lado la gente de mentalidad pobre desea ser rica; pero siempre encuentran alguna excusa para no ponerse en camino a ello. El deseo por si solo no genera absolutamente nada.

Archivo # 4
Los ricos piensan en grande Los pobres piensan en pequeño


En este aspecto el autor trata de hacer comprender a la gente de no sentirse inferior. Recordemos que si nuestros pensamientos terminan en nuestros resultados; el pensar que no valemos nada o mejor dicho vernos como algo pequeño e insignificante no ayuda en nada más que obtener resultados pequeños e insignificantes.

Mucha gente se condiciona y se traiciona de esta manera; el pensar en chico los lleva a obtener esos resultados. La gente rica justamente sabe que vale; ve y se proyecta con gran valor a tal punto que lo transmite en sus acciones y resultados.

Archivo # 5
Los ricos se centran en oportunidades Los pobres se centran en obstáculos


Volvemos con el tema de las excusas en este punto. Mientras los ricos solamente están enfocados en lograr su objetivo; la gente pobre solamente ve los obstáculos que hay entre medios. Se centra tanto en los obstáculos que justamente tiene una mente negativa con respecto a la riquezas y cómo alcanzarla.

Esto es como ver un vaso medio vacío o medio lleno. Solo nosotros nos condicionamos y elegimos la forma de ver esto. Incluso muchas personas saben que ante toda crisis hay una oportunidad; está en nosotros ver si una crisis es un obstáculo o una potencial oportunidad.

Archivo # 6
Los ricos admiran a otras personas ricas y prósperas Los pobres envidian a las personas ricas y prósperas


Mientras leía el libro me vino a la mente el mejor ejemplo para explicar esto. Supongamos que una persona tiene sobrepeso y cada vez que ve a una persona delgada; se enoja y la critica por tener un cuerpo diferente a él. Digamos que la ODIA. Entre nosotros ¿cómo alguien se puede convertir en algo que odia? Nadie quiere eso.

Criticar; odiar; detestar o simplemente no respetar a la gente que posee dinero es justamente estar criticando algo que queremos ser el día de mañana.

Un caso típico de esto es aquella persona que duda de que el dinero de la gente rica sea justamente dinero conseguido mediante acciones legales. Si el día de mañana soy millonario; seguramente mi riqueza será gracias a acciones 100% legales; nada de cosas “raras” entre medio. Pero lo que sí se es que mucha gente me juzgará o me criticará pensando que conseguí esa riqueza de alguna forma ilegal. Nuevamente las personas que piensen así nunca lograrán ser ricas porque al creer que el dinero se consigue por ejemplo de forma sucia; van a hacer todo lo posible para no tener dinero.

El autor dice entonces que cada vez que vemos a alguien a quien admiramos; que tiene riqueza o éxito debemos bendecirlo (Según una filosofía de Hawai) porque debemos bendecir lo que deseamos. Si envidiamos esa clase de personas; es porque en algún punto las rechazamos y nunca vamos a ser algo que rechazamos.

Archivo # 7
Los ricos se relacionan con personas positivas y prósperas Los pobres se relacionan con personas negativas y sin éxito


La realidad es que nos rodeamos con gente que es semejante a nosotros porque nos sentimos más cómodos. Sin embargo muchas veces la gente como nosotros está en la misma situación; tiene deudas; está en quiebra o quizás nunca invierta en su vida. La gente rica se rodea justamente de gente que le transmite y contagia entusiasmo; gente positiva y que admiran.

No hace falta ser millonario para juntarse con esa clase de personas; cualquiera puede hacerlo. Volviendo a un ejemplo; si el día de mañana me vuelvo millonario; con ese dinero potenciaré mis cualidades por lo que si ahora trato de ayudar a la gente por medio de este simple blog, imaginen lo que podría hacer con mucho dinero. Cursos gratis; seminarios; eventos; lo que sea y ahí estaré yo y podremos hablar. El dinero no me va a cambiar; va a aumentar mis cualidades. Mucha gente rica en algún momento fue como cualquiera de ustedes y ser generoso y abierto a estar con otros no cambia cuando se tiene dinero.

Prueben entonces comenzar a juntarse con personas positivas, que transmitan entusiasmo y los empujen para adelante, no para atrás.

Archivo # 8
Los ricos están dispuestos a promocionarse a ellos mismos Los pobres piensan de manera negativa en relación a la venta y auto promoción


Este aspecto es muy interesante; a la gente rica no le llueven oportunidades porque es rica sino porque se saben vender. Y venderse no está mal. Mucha gente de mentalidad pobre está a la espera de que alguien descubra su verdadero valor de un día al otro de la nada y eso es un error.

Si pensamos que valemos entonces…. (Siguiendo la lógica que los pensamientos terminan en acciones) simplemente debemos transmitírselo a todo el mundo y no sentirnos culpables por eso.

Justamente esto es algo que lo vemos en nuestros empleos; muy poca gente se anima a ir a hablar con su jefe y decirle; me merezco un aumento porque valgo ya que hago esto y aquello; tengo valor. Es más hay gente que nunca en su vida pedirá un aumento porque no sabe que posee valor y que debe transmitirlo y comunicarlo. Le gente rica sabe y cree en ese valor; transmitirlo solo le da más y mejores resultados.

Archivo # 9
Los ricos son más grandes que sus problemas Los pobres son más pequeños que sus problemas


Vamos a lo simple:

Soy un persona que me considero del 1 al 10 un 5 y tengo un problema de nivel 7 del 1 al 10… mi problema es más grande que yo así que “mentalmente” ya tengo la batalla perdida. Sin embargo si me considero y formo para ser una persona de nivel 10 ese problema de nivel 7 será algo medianamente simple de resolver.

Siempre retomamos el hecho de que lo que pensamos se transmite en acciones; pensar que somos un 5 nos lleva a tomar todas las medidas para convertirnos en un 5 y que los problemas del 6 al 10 sean imposibles de resolver.

La gente rica busca convertirse y cree que son un 10 de forma que TODOS sus problemas son siempre más pequeños que ellos; siempre hay algún modo de resolverlos.

Archivo # 10
Los ricos son excelentes receptores Los pobres son pésimos receptores


Acá está la gran diferencia entre un “sabelotodo” y un “Aprendelotodo”. Las personas de mentalidad rica son excelentes receptores porque siempre buscan aprender y crecer. Sin embargo la gente de mentalidad pobre o piensa que ya sabe todo o no acepta nada porque no se siente merecedor o en condiciones de aprender.

Al aprende a recibir cosas es importante. Incluso en el libro se comentan de lo que sucede cuando como gesto nos dan dinero y lo rechazamos. ¿Cómo se sentirían ustedes si alguien a quien quieren agradecer les devuelve un regalo? MAL!!! ¿O no? Bueno justamente es por eso que la gente rica aparte de dar dinero supo recibirlo; es importante entonces saber recibir.

En el libro tiene varios ejemplos y explicaciones que recomiendo consultar para comprender más esto; reitero que esto es solo un repaso de las premisas de una mente millonaria pero todo el valor que tiene el leer el libro no se compara con lo que comento aquí.

Archivo # 11
Los ricos eligen que se les pague según sus resultados Los pobres eligen que se les pague según el tiempo empleado


A mayores resultados; mejor paga pero ¿Qué sucede con los empleados? Si trabajamos 15 horas por día y obtenemos mejores resultados; no siempre significa que nos van a pagar más. A nosotros nos pagan por horas y no por resultados muchas veces; salvo el caso de los vendedores quizás.

La gente rica entonces prefiere que se les pague por resultados; si logran los resultados ganan. En cambio la gente pobre trabaja y se les paga por el tiempo que emplean; el problema es que el tiempo en sí no tiene un precio fijo por lo que tranquilamente podríamos cobrar nuestra hora de trabajo mucho menos de lo que realmente valemos.

Archivo # 12
Los ricos piensan: “las dos cosas” Los pobres piensan: “o se tiene una cosa, o se tiene la otra”


Acá esta el cambio más grande que logré en mi vida; el comprender a utilizar el CÓMO en mi vida. La gente rica no elige entre una alternativa u otra; simplemente elige las dos y busca el cómo hacerlo.

La gente pobre elige entre una cosa y otra. Sería por ejemplo que ahora pregunte ¿Qué eligen sus piernas o sus brazos?... salvo algún loco, yo diría “Las dos”.

Y allí es donde se muestra otro tipo de pensamiento entre la gente rica y la gente pobre. Reitero para que no suene mal; cuando me refiero a “gente pobre” me refiero a la forma de pensar y no a la situación o status económico de una persona. Una persona que se gane la lotería sería económicamente rica; pero mentalmente pobre.

Archivo # 13
Los ricos se centran en su fortuna neta Los pobres se centran en lo que ganan con su trabajo


Pregunta para los lectores del blog: ¿Alguna vez le preguntaron cual es su fortuna neta?

Seguramente que no, pero de lo que sí estoy seguro es que muchas veces les preguntaron cuanto ganan. A todo el mundo nos hicieron esa pregunta pero a casi nadie la primer pregunta. Justamente es porque la gente rica se concentra en su fortuna neta y la gente pobre en cuanto gana cada mes.

Usualmente la gente se compara en base a los ingresos mensuales por su trabajo; sin embargo una persona que gana $10.000 por mes puede estar tremendamente fundida y endeudada sin un solo centavo de fortuna neta.

Por eso es que le gente rica se enfoca más en la fortuna neta que es el valor de todo lo que tiene en su vida. Yo en este mismo momento podrían estar ganando $100 por mes pero tener una fortuna neta de 15 millones de dólares suponiendo que tenga casas por todas partes del mundo.

Lo interesante de la fortuna neta es que se puede convertir en dinero; pero traten de dejar su trabajo y convertirlo en dinero. IMPOSIBLE. Así que si queremos ser ricos; debemos comenzar a enfocarnos en nuestra fortuna neta por encima de lo que cobramos.

Archivo # 14
Los ricos administran bien su dinero Los pobres administran mal su dinero


Esto lo hablamos muchas veces en el blog y es simple. La gente rica sabe administrar de forma eficiente su dinero. Un pensamiento común que todos tenemos o tuvimos es el de creer que cuando tengamos más dinero lo vamos a administrar de mejor manera. Pero… ¿Cómo vamos a manejar mejor más dinero si ahora no sabemos manejar y administrar el que tenemos?

No queda otra opción entonces que aprender administrar el dinero; es tan simple como comprender que si gastamos TODO el dinero que tenemos ahora, no podemos esperar que mágicamente obtengamos más dinero para administrar si siempre estamos quebrados.

El autor recomiendo incluso crear un fondo para gastar. Esto es un fondo que dura solo un mes y se utiliza exclusivamente para gastar en lo que se nos ocurra pero nos haga bien; caso contrario solo ahorrar y nada más a la larga nos puede desgastar y necesitamos cada tanto darnos un pequeño regalo.

Archivo # 15
Los ricos hacen que su dinero trabaje mucho para ellos Los pobres trabajan mucho por su dinero


Otro de los temas que hablamos muchas veces en el blog es el de aprender a hacer trabajar a nuestro dinero por nosotros. El dinero se tiene que ver como una semilla donde si plantamos un peso y ganamos diez, ahora tenemos diez semillas que vamos a plantar y nos van a dar cien.

Es imposible volverse rico trabajando solamente. Podría tener una suma de dinero grande; tener uno o dos trabajamos y trabajar más de 15 horas por días. El día que no tengamos trabajo ya sabemos lo que sucederá.

Archivo # 16
Los ricos actúan a pesar del miedo Los pobres dejan que el miedo los detenga

El miedo es solamente algo que tenemos que superar. La gente rica sabe que siempre hay situaciones que nos pueden paralizar y no deben dejar que esto suceda; en cambio la gente pobre al menor indicio de duda o miedo se deja paralizar y nunca logra salir adelante.

No hay mucho que decir acá, simplemente que el miedo es un gran obstáculo pero el creer en nosotros mismos y tener una gran fuerza interior puede mover montañas.

Archivo # 17
Los ricos aprenden y crecen constantemente Los pobres piensan que ya lo saben


Volvemos al concepto del “Sabelotodo” contra el “Aprendelotodo”. La gente pobre muchas veces habla y actúa como si ya supiesen todo; sin embargo su situación es económica no refleja eso. Muchas veces me encuentro discutiendo con amigos e incluso familia sobre temas de dinero; muchas veces la gente me dice “ese negocio no va a funcionar” incluso sin haberlo intentado; hay muchos sabelotodos en el mundo.

Yo todavía estoy en la etapa de aprendelotodo y nunca voy a salir de ahí; así voy a crecer siempre; puedo saber más o menos sobre ciertos temas pero de ahí a ser un sabelotodo necesito mucho camino… y más de una vida!!!

viernes, 20 de agosto de 2010

Categorías de personas

Para desarrollar esta parte me apoyaré en el libro de Oliviero Ponte di Pino (2000). Hace muchos años, la humanidad podía agruparse en dos grandes categorías. Así, en el libro chino de las transformaciones, el I Ching, se clasifica a los hombres en superior (el que practica los preceptos y las reglas del libro) y después a los demás, los que, por destino, están condenados a la rutina.
 
En la Biblia (Proverbios y Salmos), se mencionan dos grandes categorías humanas, el sabio y el necio.
 
Con el desarrollo de la sociedad, dos categorías no fueron suficientes para clasificar a la humanidad. Maquiavelo, en su muy famoso libro El Príncipe, clasifica a los hombres en tres categorías:
 
“Porque hay tres clases de cerebros, uno que comprende por sí mismo, otro que discierne por lo que se le dice y un tercero que no entiende ni por sí ni con la ayuda ajena, siendo el primero superior en todo, el segundo excelente y el tercero inútil (Maquiavelo, Nicolás, cap. 22)”.
 
Confucio hablaba de cuatro categorías: los que nacen dotados de una gran inteligencia; aquellos que han adquirido muchos conocimientos con esfuerzo y estudio; luego están los que, a pesar de haber dedicado mucho esfuerzo al estudio, poseen poco conocimiento y, finalmente, se encuentran aquellos que, careciendo de inteligencia y sin haberse esforzado por estudiar, permanecen toda su vida en la más absoluta ignorancia.
 
El historiador y crítico francés, Hyppolite-Adolphe Taine (citado por ponte di Pino, 2000, p. 74), en su ensayo De l’intelligence (1870), también establecía una clasificación de cuatro grupos. Cuatro especies de personas hay en el mundo: los enamorados, los ambiciosos, los observadores y los imbéciles; y los más felices son estos últimos.
 
Más recientemente, el italiano Carlo María Cipolla, historiador de la economía y escritor, en su Allegro ma non troppo, afirma que la humanidad se clasifica en cuatro clases (en Ponte di Pino, 2000):
 
1. Los desgraciados que sólo buscan el propio provecho y al final, en cambio, sus acciones acaban aprovechando a otros;
2. Los inteligentes, que obtienen ventajas para sí y para los otros;
3. Los bandidos, que sólo buscan su propio provecho;
4. Los estúpidos, que perjudican a todos, de forma imprevisible y a ciegas.
 
Otros aseguran, entre los cuales se encuentra Oliviero Ponte di Pino (2000), que no bastan esas cuatro categorías para comprender a la humanidad, y en el esfuerzo de clasificar a las personas en base a los grados de estupidez, hubo necesidad de crear los partidos políticos. Pareciera que éste, el de los partidos políticos, es el lugar preferido en el que se refugia la mayoría de individuos estúpidos. Desde entonces, los partidos políticos han crecido significativamente. Es que como dicen por todas partes: No hay ningún necio que no encuentre su compañero.

Existe una relación directamente proporcional entre el conocimiento del cerebro y el conocimiento de las posibilidades de desarrollo como individuos

La conducta humana está, en parte, determinada por leyes físicas, las mismas leyes que rigen totalmente la conducta del átomo De estos elementos, el biológico es, quizás, el más desconocido y es el objeto de la neurociencia con el estudio del cerebro. Es en el cerebro donde debemos buscar las causas fundamentales de este tipo de conductas y de todas las conductas; por eso, el cerebro debería ser objeto de estudio obligado de cualquier disciplina; de él depende, en última instancia, toda nuestra conducta, toda nuestra visión del mundo y toda actitud hacia la vida.
Quizás el mundo fuera distinto si conociéramos el funcionamiento del cerebro en interacción con el cuerpo. Existe una relación directamente proporcional entre el conocimiento del cerebro y el conocimiento de las posibilidades de desarrollo como individuos. En la medida que conozcamos más la organización y funcionamiento de nuestro cerebro y de nuestro sistema nervioso, estaremos más capacitados para conocer todas nuestras inmensas capacidades para desarrollarnos como especie humana. En él se encuentran las bases de nuestra agresividad, del odio, del amor, de la envidia, de la mediocridad, de la imbecilidad, en fin, de todas las pasiones humanas. No es cierto que, cuando nacemos, nuestro cerebro es como una tabla rasa (tanquam tabula rasa).
Los individuos, hombres y mujeres, poseemos distintas habilidades y esto nos hace diferentes unos a otros; no se trata de que unos sean superiores a otros, simplemente somos distintos. Cada persona hereda unas capacidades más desarrolladas que otras, y, por lo tanto, los resultados tendrán que ser distintos. Pensar que para tener éxito en la vida depende de la voluntad de las personas y de las oportunidades que se le presenten, es una forma de pensar poco seria.
 
En resumen, la conducta imbécil y mediocre es producto de la interacción de factores ambientales y genéticos; sin embargo, el entorno por sí mismo no actúa mecánicamente, sino que depende de cómo el individuo interiorice ese entorno; es decir, de cómo la persona interprete una experiencia determinada y esta interpretación dependerá del significado que el mismo sujeto le asigne, de forma consciente o inconsciente.

Este mundo repleto de imbéciles y mediocres

Dice Crick que nuestros cerebros altamente complejos y desarrollados no evolucionaron para descubrir las verdades científicas, sino simplemente para hacernos más inteligentes y cooperativos a fin de poder sobrevivir, reproducirnos y perpetuar la especie.
 
El mensaje que habrá que rescatar de todo esto es: no perdamos la esperanza, quizás vengan los tiempos en que en este mundo repleto de imbéciles y mediocres, de gente tan superficial y estúpida, la diversidad permita el surgimiento de hombres y mujeres excepcionales. Recordemos que:  “Kepler nació de la copulación de un militar borracho y de una bruja. En su época, los psicóticos eran por lo general acusados de brujos. (...) La diversidad es un factor esencial de la evolución puesto que es la que permite las "mezclas" más variadas.(...) El progreso puede nacer de la diversidad de conceptos, de la diversidad de las soluciones originales ante un problema planteado. (Laborit, Henri, 1975)”.
 
Uno de los muchos consejos que el filósofo de Samos, ofrecía a sus alumnos era que no desesperaran ni desanimaran de la especie humana. Con el tiempo, el barro se convierte en mármol.
Por lo tanto, aún en este mundo tan vacío y estúpido, existe la esperanza que los individuos algún día cambiarán para desarrollar una vida distinta a la actual, en la que seamos más racionales, en la que existan menos imbéciles, en que la razón triunfe sobre la sin razón y seamos más responsables con nosotros mismos, como condición para ser responsables con los demás.
Y así como las estrellas alcanzan su final brillante al colapsar bajo la acción de su propia gravedad para crear nuevas estrellas y los elementos básicos (carbono y oxígeno) que dieron origen a la vida, así el ser humano alcanza su verdadera apoteosis cuando asume con responsabilidad sus acciones en todos los momentos de su vida, consciente de sus limitaciones y de la finitud de su existencia; pero, también consciente de que forma parte de una comunidad planetaria.
 
Ojalá, en un futuro no muy lejano, podamos repetir todos las palabras de Rabindranath Tagore:
 
No puedo elegir lo mejor.
Lo mejor me elige a mí.
Lo mejor no viene solo.
Viene con la compañía del Todo.