Un equipo de investigadores ha identificado qué partes del cerebro son responsables de distintos tipos de memoria, un logro que podría tener importantes repercusiones en nuestra comprensión de alteraciones neuropsiquiátricas tales como la esquizofrenia.
23 Abr 2009
CORDIS
lestudio, «Del aprendizaje espacial rápido a la conducta: un rol esencial del hipocampo intermedio», publicado en Internet en PLoS Biology, ha sido dirigido por el Dr. Tobias Bast de la Universidad de Nottingham (Reino Unido). Los investigadores pretendían definir qué partes del cerebro son responsables de cada tipo de memoria. Por ejemplo, una tarea repetitiva tal como conducir hasta el lugar de trabajo requiere un tipo de memoria distinto que el hecho de abrir la nevera tratando de recordar lo que se quería tomar o el hecho de preguntarse dónde se han dejado las llaves.
El equipo de investigación ha centrado sus estudios en el hipocampo, una parte del cerebro con forma de luna creciente que está situada debajo del lóbulo temporal. El hipocampo es responsable de activar las células relacionadas con la información espacial, es decir, la capacidad de vincular la memoria a ciertos lugares. Estudios previos sobre el hipocampo realizados en ratas habían mostrado que las neuronas del hipocampo se excitan cuando una rata pasa por un lugar determinado, activando su memoria. Pero hasta ahora no se había prestado gran atención a cómo esta memoria del hipocampo se traduce en comportamiento.
El equipo del Dr. Bast realizó un experimento en un laberinto de agua con ratas en el cual los animales debían localizar una plataforma en el agua. Utilizando una neurotoxina, se deshabilitaron distintas partes del hipocampo de las ratas y se observaron las distintas capacidades de memoria resultantes.
Los resultados muestran que si se deja intacto aproximadamente un 30-40% del tejido neuronal del centro del hipocampo, denominado región intermedia, las ratas todavía pueden llevar a cabo la tarea de identificar dónde se encuentra la plataforma de agua. Pero en cuanto se desactiva el hipocampo intermedio, dejando intacto tan sólo un 30-40% del tejido de los dos extremos del hipocampo (las regiones septal y temporal), las ratas tenían dificultades para realizar esa tarea.
La investigación también ha mostrado que el extremo septal del hipocampo, que está vinculado con información precisa visual-espacial, todavía puede crear rápidamente una memoria espacial precisa, pero no puede convertir ésta en conducta porque necesita la ayuda del hipocampo intermedio para obtener algún vínculo con el control de la conducta.
«Muchos investigadores se centran en los déficits de memoria cuando se plantean la significación del funcionamiento anómalo del hipocampo», señaló el Dr. Bast. «Pero nuestros descubrimientos ponen de manifiesto los importantes vínculos que existen entre el hipocampo y el control de la conducta. Tenemos planeado ampliar estos descubrimientos y examinar la posibilidad de que un funcionamiento anómalo del hipocampo, según dónde se produzca en la estructura y en qué medida, pueda dar lugar a déficits selectivos de memoria, así como a alteraciones más profundas del control de la conducta.»
El equipo va a continuar sus investigaciones centrándose en cómo influye la actividad anómala del hipocampo en numerosos problemas neuropsiquiátricos tales como la esquizofrenia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario